En Cristo hallo amigo y amante Salvador;
contaré, pues, cuanto ha hecho él por mí.
Hallándome perdido e indigno pecador,
rescatome y hoy me guarda para sí.
Me salva del pecado, me guarda de Satán,
promete estar conmigo siempre aquí;
consuela mi tristeza, me quita todo afán;
grandes cosas Cristo ha hecho ya por mí.