Despertad, preparad vuestras armas,
vuestros lomos ceñid de verdad,
y calzad vuestros pies, aprestados
con el grato evangelio de paz.
Basta ya de profundas tinieblas,
basta ya de pereza mortal;
¡revestid, revestid vuestro pecho
con la cota de fe y caridad!